Noches de frió.
No deja de danzar en mi
el anhelo de tu piel,
piel con la que me abrigo en las noches,
noches frías,
piel con la que me abrigo en las noches,
noches frías,
Frías por tu ausencia,
de la cual disfruto amarga
y silenciosamente
como el brillo de un atardecer,
de los tantos que vivimos
y solíamos ser el uno dueño absoluto del otro,
condición la cual obliga a mi corazón
recordar para vivir esos momentos que fueron,
y ya solo conmigo en momentos tristes a nacer
volverán, una y otra vez en cada respiro de tu aroma infinito, y así de infinito es, fue, y sera... mi amor por ti.

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